
La escuela era el principal motivo por el que Berlanga creyó en este proyecto. El gran director participó de la primera generación del Instituto de Investigaciones y Experiencias Cinematográficas que se inició en 1947 como una escuela para cineastas. Allí compaginaba las clases con la creación de cortos y aprendía la teoría necesaria sobre dirección, realización e interpretación. Más tarde convertido en la Escuela de Cine, de ella salieron otros grandes directores españoles como Imanol Uribe o Iván Zulueta.
Su deseo era reproducir esa escuela dentro de su tierra valenciana, y por ello apostó por la creación del Centro de Estudios de Ciudad de la Luz. Un centro con envidiables instalaciones y materiales (dos grandes platós, laboratorios de montaje y edición, talleres de maquillaje y peluquería, un auditorio, etc.) además de impartir variadas modalidades de titulaciones relacionadas con el mundo audiovisual: desde el Grado en Comunicación Audiovisual centrado en la dirección de cine; hasta titulaciones más cortas de fotografía, interpretación, etc.
Un futuro sin respuestas para la escuela de cine

Una vez más, Ciudad de la Luz cuenta con las posibilidades y el material necesario para ofrecer una calidad a la altura del coste de las matrículas para estudiar en la escuela, pero ha sido de nuevo la administración la que ha desperdiciado esa oportunidad.
La escuela empezó sus clases en 2006 con alrededor de 40 alumnos matriculados. El primer director del complejo, José María Galant, cedió la gestión de la escuela a la empresa italiana Nueva Universidad del Cine y la Televisión (NUCT), que en esos momentos también se encargaba de gestionar el Centro de los estudios de Cinnecittà. Con ella también acabaría la Generalitat enfrentándose en los juzgados.
La dirección de Ciudad de la Luz denunció a NUCT por el impago en el alquiler del complejo, algo que estaba establecido por contrato. El despido se produjo solo después de un año y la gestión pasó a ser directamente de la Generalitat. Tras establecer un convenio con la Universidad Miguel Hernández, inmediatamente entró Luiz Cruz a hacerse cargo del complejo, hasta el pasado mes de enero.
Después del relevo de NUCT, la escuela ha sido sin duda lo que mejor ha funcionado dentro de Ciudad de la Luz. Se creó una Fundación honorando a Berlanga que desde 2009 ha creado, entre otros proyectos, un concurso de cortos a beneficio de la Asociación de Paralíticos Cerebrales de Alicante (APCA) y la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES).
No obstante, la fuerza del descalabro de los estudios arroyaría también al Centro. La incertidumbre sobre el futuro de la escuela después de la sentencia de la Comisión de Competencia de la UE hizo que apenas una decena de alumnos nuevos entraran en el curso 2012/ 2013; a pesar de que para ese año Luis Cruz había traído a Pablo Berger, director de Blancanieves, el largometraje español que recibió 10 premios Goya este año. Un gran fichaje para la plantilla de profesores que, sin embargo, ese mismo año prescindió de seis de los profesionales que ya impartían clases en el centro, y de tres administrativos por falta de liquidez. Desaparecieron con ellos una asignatura, la de radio, y también; la confianza de los alumnos en el proyecto, más aún después de la marcha del director Luis Cruz.
“Un cargo de director tiene que servir para algo”, afirmaba el ahora ex director. Según Cruz, le habían exigido como prioridad pagar la seguridad social incluso por encima de los sueldos de los profesores. Entró a sustituirle el mismo director del complejo, José Antonio Escrivá, quien continúa actualmente en el puesto.